La mañana del viernes empezó con un encuentro en la parroquia. El Padre Vicente, como siempre, nos aleccionó con su sabiduría y con una Eucalistía muy amena.
Después regresamos al colegio y ahí empezó la FIESTAAAAA.
La música, pinchada por alumnos de Secundaria, envolvió todos nuestros patios y la gran sorpresa nos esperaba en el patio de Educación Física.
Mesas llenas de nuestro PONCHE secreto de San Vicente y platos con patatillas nos estaban esperando.
Todos pudimos disfrutar de una buena e inolvidable mañana.
Y desde aquí, quiero aprovechar para decir que mis niños se portaron muy, pero que muy bien.